Son tantas las ocasiones en que hemos hablado de los comienzos de partido de este equipo que da pereza volver a decirlo. Pero además extraña que en un equipo de esta categoría no se trabaje para solucionar un problema de esta gravedad. Remar todo el partido contra el reloj obliga a hacer un esfuerzo mental y físico que termina por pasar factura, no digamos nada si esto sucede con vistas a un calendario muy apretado en las próximas semanas, en las que de nuevo se juega gran parte de la temporada. De momento se ha perdido una buena oportunidad para poner tierra de por medio y meter presión al resto de rivales.
Además de la falta de cabeza e intensidad en el manejo de esos minutos iniciales, es necesario señalar la inestabilidad de la defensa; hoy le ha vuelto a tocar a Varane, que ya lleva demasiados y corre el riesgo de acuñar un nuevo nombre propio "Varanada". Además, estuvo desafortunado a lo largo del partido. A la consabida inutilidad defensiva de Marcelo hay que sumar la falta de actitud defensiva de uno de los centrocampistas que se supone que está por delante de otros por tener esa cualidad mejorada con respecto a Isco o James. Nada de eso, basta con presenciar detenidamente su carrera tras la pérdida de pelota de Varane en el primer tanto. Es superado por dos de los delanteros que terminan por recibir sin dificultades la pelota que terminó en la red. Nos referimos a Kroos. Un mal partido lo tiene cualquiera, pero esto viene repitiéndose con demasiada frecuencia.
También vimos un monólogo durante al menos toda la segunda parte, pero sin mordiente alguna. Aunque hubo alguna oportunidad, la lentitud y parsimonia en el movimiento del balón hizo que todo fuera demasiado previsible y permitió a los valencianistas resistir sin demasiados problemas. Con una circulación tan lenta y sin subidas sorpresivas de segunda línea es muy complicado llegar; sobre todo si no tienes un solo jugador capaz de "rajar" la defensa contraria.
En todo caso estos problemas suelen solucionarse con la intervención del entrenador, pero el sustituido no es Kroos casi nunca; hoy tampoco. En no pocas ocasiones tenemos que callar porque los cambios del entrenador han solucionado el desaguisado. Pero hoy no han servido de nada y por tanto tenemos que mirar al banquillo y nos preguntamos si dichos cambios pudieron ser otros, si no se habrá equivocado el entrenador.
Lo peor de este partido no es la sensación de que no hubiera capacidad de reacción ante un equipo que no parece gran cosa, sino la moral perdida que puedan recuperar los perseguidores. De perder uno de los dos partidos que tiene pendientes, este era el menos oportuno.
Ya veremos porque esto no para y se avecina un "carrusel" de partidos muy importantes.