miércoles, 22 de febrero de 2017

Desenchufados y premiosos. Valencia 2 - R. Madrid 1

   Son tantas las ocasiones en que hemos hablado de los comienzos de partido de este equipo que da pereza volver a decirlo. Pero además extraña que en un equipo de esta categoría no se trabaje para solucionar un problema de esta gravedad. Remar todo el partido contra el reloj obliga a hacer un esfuerzo mental y físico que termina por pasar factura, no digamos nada si esto sucede con vistas a un calendario muy apretado en las próximas semanas, en las que de nuevo se juega gran parte de la temporada. De momento se ha perdido una buena oportunidad para poner tierra de por medio y meter presión al resto de rivales.
    Además de la falta de cabeza e intensidad en el  manejo de esos minutos iniciales, es necesario señalar la inestabilidad de la defensa; hoy le ha vuelto a tocar a Varane, que ya lleva demasiados y corre el riesgo de acuñar un nuevo nombre propio "Varanada". Además, estuvo desafortunado a lo largo del partido. A la consabida inutilidad defensiva de Marcelo hay que sumar la falta de actitud defensiva de uno de los centrocampistas que se supone que está por delante de otros por tener esa cualidad mejorada con respecto a Isco o James. Nada de eso, basta con presenciar detenidamente su carrera tras la pérdida de pelota de Varane en el primer tanto. Es superado por dos de los delanteros que terminan por recibir sin dificultades la pelota que terminó en la red. Nos referimos a Kroos. Un mal partido lo tiene cualquiera, pero esto viene repitiéndose con demasiada frecuencia. 
     También vimos un monólogo durante al menos toda la segunda parte, pero sin mordiente alguna. Aunque hubo alguna oportunidad, la lentitud y parsimonia en el movimiento del balón hizo que todo fuera demasiado previsible y permitió a los valencianistas resistir sin demasiados problemas. Con una circulación tan lenta y sin subidas sorpresivas de segunda línea es muy complicado llegar; sobre todo si no tienes un solo jugador capaz de "rajar" la defensa contraria.
    En todo caso estos problemas suelen solucionarse con la intervención del entrenador, pero el sustituido no es Kroos casi nunca; hoy tampoco. En no pocas ocasiones tenemos que callar porque los cambios del entrenador han solucionado el desaguisado. Pero hoy no han servido de nada y por tanto tenemos que mirar al banquillo y nos preguntamos si dichos cambios pudieron ser otros, si no se habrá equivocado el entrenador.
     Lo peor de este partido no es la sensación de que no hubiera capacidad de reacción ante un equipo que no parece gran cosa, sino la moral perdida que puedan recuperar los perseguidores. De perder uno de los dos partidos que tiene pendientes, este era el menos oportuno.
    Ya veremos porque esto no para y se avecina un "carrusel" de partidos muy importantes.
    

jueves, 16 de febrero de 2017

Enchufados desde el minuto uno. R. Madrid 3 - Nápoles 1

   Solo hicieron falta unos segundos para ver la actitud del equipo en el partido. Nada que ver con la parsimonia y pereza con que en demasiadas ocasiones entra en el juego este equipo. Es verdad que se corren más riesgos y que esta circunstancia es necesario sopesar a la hora de atacar en tromba, tal como lo hizo en los primeros minutos. No en vano, a los pocos minutos del arreón inicial y cuando lo lógico era que el Madrid se hubiera puesto por delante, el equipo que iba en ventaja era el Nápoles.
    Pero era cuestión de tiempo que el balón entrara, dada la cantidad de oportunidades de que disponían los blancos. Y llegó de la mano de una conexión entre Carvajal y Benzema; centro exquisito con el exterior del pie y remate a la red de Benzema, quizá en fallo de Albiol. 
      Una vez conseguido el empate, el juego se calmó algo por ambos equipos, pero el ritmo siguió siendo altísimo y las oportunidades no dejaron de aparecer; también por el lado napolitano, merced a la sempiterna fragilidad defensiva del Madrid. Ahí estaba Casemiro para taponar las vías de agua que iban apareciendo.
      Poco  a poco el ritmo y la presión de los jugadores del Nápoles fueron decayendo, y crecieron las oportunidades, de las se materializaron otras dos, pero que pudieron haber sido otras tantas al menos, de haber tenido algo más de acierto rematador. No hablamos del portero, porque Navas también tuvo que emplearse en alguna jugada al máximo, después de su parte de culpa en el gol napolitano.
     Como casi siempre sucede, cuando el equipo está bien casi todos los jugadores lo están. Y eso sucedió ayer. Aunque se ha destacado mucho en los medios a Benzema, y siendo verdad que hizo un buen partido,  también lo es que lo único que hizo es lo que debería estar haciendo en cada partido, es decir, trabajar con ganas y profesionalidad. Desde nuestro punto de vista, el jugador más destacable del equipo fue Casemiro porque además de que marcó un golazo, tuvo que hacer de apagafuegos constantemente. Este es un dato positivo. Haber encontrado un cierto equilibrio gracias a su presencia, pero también lo es negativo, porque se crea una cierta dependencia que en caso de lesión o sanción no es fácil de gestionar.  
    También es de justicia resaltar el gran trabajo de James. Sus centros son una delicia y una auténtica bendición para los delanteros, y muy difíciles de defender para los porteros. Además trabajó en defensa hasta la extenuación. Quizá debió ser cambiado antes, al igual que Benzema, por aquello del cansancio. Pero este entrenador gusta poco de hacer cambios, si no son obligados por circunstancias del juego (lesiones o desventaja en el marcador).
    En conclusión, una gran noche de fútbol gracias a que todos los jugadores salieron muy motivados desde el inicio. No vimos al Nápoles vertical y fulgurante en el contragolpe, salvo en algunas ráfagas; pero no cabe dudas de que en su campo aparecerá ese equipo que por algo llevaba una eternidad sin perder. La eliminatoria pinta bien, pero no está ganada. Veremos.

domingo, 12 de febrero de 2017

A merced del colista casi todo el partido.Osasuna 1 - R. Madrid 3

   Solo la fulgurante aparición de Isco en el segundo de los goles del Madrid pudo resolver un partido que estuvo lejos todo el partido de inclinarse hacia los blancos. Tuvo que venir de la mano del mejor jugador del equipo en el día de ayer, porque la delantera estuvo básicamente ausente en el día de ayer. Y ya van unos cuantos.
   Una primera parte para olvidar. Vimos como viene siendo habitual a Modric en el lateral derecho, apagando fuegos. Aunque sea repetirse, ver al jugador llamado a mover y hacer funcionar al equipo más pendiente de suplir las ausencias del lateral, duele. Podríamos darlo por bien empleado si el equipo funcionara, controlara y dominara el partido; pero ninguna de estas cosas ocurren. Todo lo contrario,  el Madrid no parece un equipo, estuvo a merced del Osasuna gran parte del partido; y para colmo, el gol vino precisamente por esa banda tras una pérdida de pelota de su lateral (Danilo).
    ¿Qué hay detrás de esta situación?  No sabemos si será el cansancio físico o mental de los jugadores, o del entrenador. Es posible que esté en la mente del entrenador alinear a Kovacic ante el Nápoles en lugar de Luca Modric, aunque también puede que sea este el que necesitaba rodarse después de la lesión para ese partido. Lo que quedó claro ayer es que el colista pudo haberse llevado el encuentro de haber tenido más fortuna, que le bastó con situar su defensa algo adelantada para asfixiar a un Madrid que no fue capaz de atacarla, salvo en contadas ocasiones. Esto debe entrenarse. Los delanteros estáticos o basculando a un lado u otro, sin tirar una sola diagonal. Las subidas alocadas y despreocupadas de los dos laterales dejan a los centrales a merced de los delanteros contrarios cuando quedan como último baluarte. Demasiado espacio para cubrir.
    La salida de Lucas Vázquez vino a dotar de otro ritmo al equipo. La lamentable actuación de Benzema hizo muy visible la presencia del canterano, que se materializó en la gran definición de la jugada del tercero. Precisó demasiado el entrenador para sustituir a un jugador con el que no es que haya paciencia, es que hay favoritismo. Toda la noche perdía una y otra vez la pelota entre sus propios pies, falló alguna ocasión bastante clara, y adoleció como siempre de falta de carácter, incluso para protestar cuando el contrario le hace una falta evidente.
     Y aunque Ronaldo no se discute, tampoco estuvo a la altura acostumbrada. Hizo su gol, pero no se le vio con la chispa necesaria. Molesta mucho verle protestar porque no le pasan la pelota, en lugar de alegrarse por el gol conseguido por un compañero.
     Modric se lesionó en parte por el sobreesfuerzo tras una lesión, y parece que no se aprendió la lección. De nuevo se vuelve a abusar de su utilización, entre otras cosas porque se le encomiendan funciones comentadas más arriba que le alejan de su mejor versión. 
    Quizá el miércoles los titulares sean Morata y Kovacic en lugar de Benzema y Modric; y entonces todo lo dicho aquí tendría una respuesta lógica del entrenador. Si no es así, lo ocurrido en el campo es lo que describimos, y por tanto el entrenador tendrá que tomar decisiones.
    Ante el último de la clasificación no podemos decir aquello de "había que ganar y se ganó". Es necesario hacer un partido que transmita confianza a todos, especialmente a los propios jugadores. De  lo contrario, la cuesta de enero será una tachuela comparada con la de febrero. El miércoles está encima y solo tenemos una buena noticia: la recuperación de Isco para la causa. Veremos.