Aunque durante gran parte de la primera mitad el equipo no generó juego; tampoco se vio descolocado como ocurriera en otros tiempos. Además, hay que tener en cuenta las dificultades que suelen plantear este tipo de rivales que se parapetan atrás y resultan muy complicados de ganar. De hecho, al parecer no había sido derrotado en su feudo en la Liga de Campeones.
En cualquier caso, durante el final de la primera parte y durante casi toda la segunda, el Real Madrid pudo desplegar un juego a ratos vistoso que permitió cobrar ventaja en el marcador y que debió haber sido más abultado de no ser el acierto del portero y la poca fortuna en los remates, o la displicencia (rara en él) de Cristiano en el lanzamiento del penalti.
Y a qué se debe este cambio en el juego ofensivo y defensivo del equipo. Pues aunque parecía que nunca iba a ser capaz de conseguirlo, parece que Ancelotti ha dado por fin con el equipo: ha logrado componer el puzzle. Es verdad que probablemente un cúmulo de circunstancias le han llevado a ello; especialmente la lesión de Khedira, pues de no haber mediado tal, probablemente hoy no habríamos visto la medular que hemos podido ver; ya sabíamos que el alemán era fijo.
La alineación de tres centrocampistas que tratan magníficamente el balón, y que además son capaces de defender cuando hace falta, ha hecho que el equipo tenga una estructura sólida a la hora de atacar y de defender. De Xabi ya hemos hablado en otras ocasiones; es la pieza clave por su experiencia e interpretación de los balances defensivos y ofensivos. Pero Modric es un jugador que cada día avanza un peldaño más en el asentamiento dentro del terreno de juego. Ayer marcó un gol para enmarcar, pero además fue capaz de emplearse en defensa con garra, y en ataque distribuyendo y aclarando a uno y otro lados. De Isco hemos de decir que se volvió a evidenciar que cuando juega atrás su influencia en el juego baja demasiados enteros, y que cerca de las áreas ofrece soluciones creativas como nadie. El esquema planteado por Ancelotti en la segunda parte le favoreció más al ubicarse en esa posición más adelantada.
La defensa, incorporó a Nacho que estuvo muy bien en la anticipación y rápido en los cruces. Es una posibilidad más que da este chico. Algunas pifias y aciertos de Arbeloa que alterna ambas facetas. Y el consabido cambio de portero que tanto monta, monta tanto.
La delantera, sin brillo especial; pero con un Benzema más entonado, participativo y brillante en una de sus mejores cualidades: la asociación. Cristiano marcó su gol y falló el penalti mencionado, pero gozó de numerosas oportunidades que no se materializaron por centímetros. Y Bale no acaba de encontrar su acomodo en lo que respecta al contacto con la pelota, probablemente por el acaparamiento que Ronaldo hace de la misma (ayer todos sus compañeros estaban empeñados en que consiguiera el record de goles en la fase previa). No obstante gozó de un par de oportunidades que de haber materializado estaríamos hablando de una relación con el gol espectacular. Hay que darle tiempo.
Como todo no puede ser tranquilidad en este equipo, la semana se cierra con rumores en el entorno de Di María. Parece que no le gusta la suplencia. Teniendo en cuenta que la misma ha coincidido con la recuperación de Bale, cuesta creer que no supiera que esa circunstancia se produciría más tarde o más temprano. Estas cosas tiene el tener una plantilla compuesta en su mayor parte de jugadores acostumbrados a ser titularísimos en sus equipos. La rotación jugará un papel importante, pero cuando se haya formado un equipo base y sólido. Porque entrar en rotaciones de muchos a la vez tampoco es conveniente, no hay más que ver lo que se trajo de Xátiva. Cuando un equipo está bien armado, cambiar a uno o dos jugadores no se debe notar en exceso, pero hasta ahora ese equipo no existía. Ahora empieza a materializarse porque aún se espera la mejor versión de algunos jugadores, entre otros la de Di María, cuya aportación al equipo no es para tirar cohetes en el último año. Adelante no tiene sitio, y como enganche no puede competir con Isco en la actualidad. Debe esperar su oportunidad, o marcharse si no está conforme, pero cuando no perjudique al club. Irse en Enero no sería adecuado.
En espera de lo que pueda deparar el sorteo de los octavos, esto empieza a tener muy buena pinta a pesar de estos asuntos.
Como todo no puede ser tranquilidad en este equipo, la semana se cierra con rumores en el entorno de Di María. Parece que no le gusta la suplencia. Teniendo en cuenta que la misma ha coincidido con la recuperación de Bale, cuesta creer que no supiera que esa circunstancia se produciría más tarde o más temprano. Estas cosas tiene el tener una plantilla compuesta en su mayor parte de jugadores acostumbrados a ser titularísimos en sus equipos. La rotación jugará un papel importante, pero cuando se haya formado un equipo base y sólido. Porque entrar en rotaciones de muchos a la vez tampoco es conveniente, no hay más que ver lo que se trajo de Xátiva. Cuando un equipo está bien armado, cambiar a uno o dos jugadores no se debe notar en exceso, pero hasta ahora ese equipo no existía. Ahora empieza a materializarse porque aún se espera la mejor versión de algunos jugadores, entre otros la de Di María, cuya aportación al equipo no es para tirar cohetes en el último año. Adelante no tiene sitio, y como enganche no puede competir con Isco en la actualidad. Debe esperar su oportunidad, o marcharse si no está conforme, pero cuando no perjudique al club. Irse en Enero no sería adecuado.
En espera de lo que pueda deparar el sorteo de los octavos, esto empieza a tener muy buena pinta a pesar de estos asuntos.
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