domingo, 15 de diciembre de 2013

Paso atrás. Osasuna 2 - Real Madrid 2

    Excelente salida del Madrid que realizó durante casi veinte minutos un juego rápido, fluido y preciso en los pases. Todo ello ante un Osasuna que no le perdía la cara al partido, que presionaba lo mejor que podía y que no podía llegar a la pelota. Pero eso no valió para que entrase la pelota. Ronaldo, tan contundente en otras ocasiones, falló un par de ocasiones que en condiciones normales no perdona. 
    Y de ese juego pasamos a la inseguridad y la incertidumbre a raíz del primer gol de Osasuna, que como no podía ser de otra manera nos vino por arriba. Recordemos que esta asignatura está pendiente desde la etapa de Mourinho, que no fue capaz de arreglar. Parece que este entrenador tendrá trabajo también en este aspecto del juego, porque el segundo gol también vino por arriba.
  Al margen de cuestiones arbitrales que no creo que sea el objeto de este blog (ya hay medios de comunicación que viven de eso, de alimentarlas) creo que la expulsión de Ramos condicionó mucho el desarrollo posterior del partido, pues Ancelotti se embarcó en una espiral de cambios y descoloques que no acabo de entender. Tomó riesgos innecesarios al colocar Xabi de central; y aunque luego rectificó, ya era tarde. Sacó a Isco y Modric del terreno de juego y dejó en el mismo a Benzema y Bale que hicieron un partido lamentable, especialmente el segundo; y finalmente entró a Di María que volvió a demostrar que no está para nada ahora mismo, salvo desorden, imprecisión y caos que es su especialidad.
   Solo en los minutos finales el equipo volvió a dominar el encuentro y dio la sensación de que podía hacer la machada, pero la reacción llegó tarde. 
    De individualidades hay que destacar en el terreno positivo la magnífica actuación Modric, distribuyendo, aclarando a un lado y otro, y de nuevo empleándose en defensa cuando fue necesario. Isco hizo de Isco cuando le dejaron, marcó su gol, y luego fue sustituido incomprensiblemente como hemos dicho antes. Xabi tuvo que emplearse en exceso en defensa, antes de que Ancelotti decidiera colocarlo de central; hizo lo que las fuerzas le permitieron. Pero lo peor estuvo en la defensa y en la delantera, las líneas que supuestamente eran los puntos fuertes de este equipo. Arriba, ninguno de los tres estuvo a la altura, ni siquiera Ronaldo que abusó de los disparos imposibles y no estuvo afortunado en el remate que es su especialidad. De los otros dos no vamos a añadir más. Se agota la paciencia con Benzema y seguimos esperando a Bale que no parece encontrar su sitio en el equipo. Atrás, todos ellos tuvieron errores de colocación o de estrategia. Salvo Carvajal todos son jugadores con experiencia, pero parecen algo bisoños ante la gestión de lances del juego que deberían haber aprendido a manejar: sacando codos (Pepe) en los saltos que le valieron la tarjeta que le deja fuera del partido ante el Valencia, abriendo los alerones (Sergio) para proteger una pelota en el centro del campo, en lugar de poner el cuerpo, aprovechar una falta del contrario para soltarle una patada en la barriga (Marcelo) que pudo haberle costado la roja directa. Todo ello ante un Clos Gómez que tiene un historial en los arbitrajes al equipo. Alguien debe preparar los partidos en este terreno también. Osasuna lo tenía perfectamente preparado. Si estás viendo que se revuelcan por el suelo al menor contacto para provocar tarjetas, un jugador como Sergio Ramos no puede sacar los brazos a la altura de los hombros. No debe darle la excusa al árbitro para que le expulse, por más que sepa que en la primera tarjeta no ha tocado al contrario.
    La sensación después de terminar el partido era agridulce, porque a diez minutos estaba todo perdido y al menos se había salvado un punto. Pero después de dejar un tiempo de poso no hay margen para la concesión y está claro que este resultado es un paso atrás importante en la lucha por la Liga. Sobre todo porque coincide con el momento de mejor juego del equipo en mucho tiempo y ahora toca ir a Valencia casi sin centrales que alinear.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Muy buena pinta. Copenhague 0 - Real Madrid 2

   Aunque durante gran parte de la primera mitad el equipo no generó juego; tampoco se vio descolocado como ocurriera en otros tiempos. Además, hay que tener en cuenta las dificultades que suelen plantear este tipo de rivales que se parapetan atrás y resultan muy complicados de ganar. De hecho, al parecer no había sido derrotado en su feudo en  la Liga de Campeones.
   En cualquier caso, durante el final de la primera parte y durante casi toda la segunda, el Real Madrid pudo desplegar un juego a ratos vistoso que permitió cobrar ventaja en el marcador y que debió haber sido más abultado de no ser el acierto del portero y la poca fortuna en los remates, o la displicencia (rara en él) de Cristiano en el lanzamiento del penalti.
  Y a qué se debe este cambio en el juego ofensivo y defensivo del equipo. Pues aunque parecía que nunca iba a ser capaz de conseguirlo, parece que Ancelotti ha dado por fin con el equipo: ha logrado componer el puzzle. Es verdad que probablemente un cúmulo de circunstancias le han llevado a ello; especialmente la lesión de Khedira, pues de no haber mediado tal, probablemente hoy no habríamos visto la medular que hemos podido ver; ya sabíamos que el alemán era fijo. 
   La alineación de tres centrocampistas que tratan magníficamente el balón, y que además son capaces de defender cuando hace falta, ha hecho que el equipo tenga una estructura sólida a la hora de atacar y de defender. De Xabi ya hemos hablado en otras ocasiones; es la pieza clave por su experiencia e interpretación de los balances defensivos y ofensivos. Pero Modric es un jugador que cada día avanza un peldaño más en el asentamiento dentro del terreno de juego. Ayer marcó un gol para enmarcar, pero además fue capaz de emplearse en defensa con garra, y en ataque distribuyendo y aclarando a uno y otro lados. De Isco hemos de decir que se volvió a evidenciar que cuando juega atrás su influencia en el juego baja demasiados enteros, y que cerca de las áreas ofrece soluciones creativas como nadie. El esquema planteado por Ancelotti en la segunda parte le favoreció más al ubicarse en esa posición más adelantada.
   La defensa, incorporó a Nacho que estuvo muy bien en la anticipación y rápido en los cruces. Es una posibilidad más que da este chico. Algunas pifias y aciertos de Arbeloa que alterna ambas facetas. Y el consabido cambio de portero que tanto monta, monta tanto.
   La delantera, sin brillo especial; pero con un Benzema más entonado, participativo y brillante en una de sus mejores cualidades: la asociación. Cristiano marcó su gol y falló el penalti mencionado, pero gozó de numerosas oportunidades que no se materializaron por centímetros. Y Bale no acaba de encontrar su acomodo en lo que respecta al contacto con la pelota, probablemente por el acaparamiento que Ronaldo hace de la misma (ayer todos sus compañeros estaban empeñados en que consiguiera el record de goles en la fase previa). No obstante gozó de un par de oportunidades que de haber materializado estaríamos hablando de una relación con el gol espectacular. Hay que darle tiempo. 
   Como todo no puede ser tranquilidad en este equipo, la semana se cierra con rumores en el entorno de Di María. Parece que no le gusta la suplencia. Teniendo en cuenta que la misma ha coincidido con la recuperación de Bale, cuesta creer que no supiera que esa circunstancia se produciría más tarde o más temprano. Estas cosas tiene el tener una plantilla compuesta en su mayor parte de jugadores acostumbrados a ser titularísimos en sus equipos. La rotación jugará un papel importante, pero cuando se haya formado un equipo base y sólido. Porque entrar en rotaciones de muchos a la vez tampoco es conveniente, no hay más que ver lo que se trajo de Xátiva. Cuando un equipo está bien armado, cambiar a uno o dos jugadores no se debe notar en exceso, pero hasta ahora ese equipo no existía. Ahora empieza a materializarse porque aún se espera la mejor versión de algunos jugadores, entre otros la de Di María, cuya aportación al equipo no es para tirar cohetes en el último año. Adelante no tiene sitio, y como enganche no puede competir con Isco en la actualidad. Debe esperar su oportunidad, o marcharse si no está conforme, pero cuando no perjudique al club. Irse en Enero no sería adecuado.
   En espera de lo que pueda deparar el sorteo de los octavos, esto empieza a tener muy buena pinta  a pesar de estos asuntos.