viernes, 21 de septiembre de 2012

Mouriñada. Real Madrid-Manchester City

   De nuevo volvió el Madrid a la senda de la concentración y la tensión durante casi todo el partido. Eso a pesar de la alineación absurda que de nuevo se sacó de la manga Mourinho. 
   Este hombre no tiene remedio. Estuvo a punto de hundirse en la miseria y no le importó arrastrar al equipo con él. 
   Digo esto, porque planteó una alineación estrambótica sólo porque se le había puesto entre ceja y ceja castigar a Sergio Ramos (por más que estoy de acuerdo en que no está muy afortunado, ya lo dije en la entrada anterior). Creo que decidió en caliente castigar a Sergio Ramos y supeditó toda la alineación a esta circunstancia. Tuvo miedo de que al colocar a Varane en su lugar pudiera quedarlo y quedarse en evidencia, por eso decidió arropar y armar al equipo con tres centrocampistas. Además había decidido jugar sin Ozil (intentando señalarlo también) y sin Modric (tadavía verde para conducir al equipo 90 minutos). Esto le llevó a dar más libertad en ataque a Khedira, que no dio una a derechas.
   Todo ello fue un fiasco, y un aburrimiento. No sé si habrá conseguido reconducir con esto a un jugador del peso de Sergio Ramos, pero el experimento no resultó. Entre otras cosas porque ni el propio entrenador creía en él. Pues el problema de concentración y "compromiso" no  es de un jugador ni de dos; es de todo el equipo prácticamente. 
   Una primera parte fea y ante un equipo timorato que cedió todo el terreno y dio bastantes facilidades, sobre todo por su banda derecha. No había visto irse de un jugador tantas veces a Ronaldo desde que está en el Madrid; lo que dice bastante de la capacidad de Mourinho para fichar: el retratado fue Maicon una y otra vez. Una segunda parte que cambió con la entrada de los jugadores que realmente generan juego, a pesar de que todo se puso muy cuesta arriba a partir del primer gol del Manchester. La entrada de Ozil, Benzema y Modric proporcionó otro aire al juego. Con estos jugadores se veía al equipo capaz de todo, surgían las oportunidades.
   Los señalados sacaron las castañas del fuego a un Mourinho que estaba muerto de miedo; de ahí se explica la euforia con que celebró el tercer tanto del equipo. De nuevo tuvo mucha suerte en los cambios y en el transcurrir de los minutos finales.
   El equipo deja muchas dudas después de este partido, pues aunque ha salvado los muebles,  ha dejado algún damnificado  en el camino (Sergio Ramos), del que no podemos dudar de su compromiso con el equipo; pero no sé si a partir de ahora tendrá compromiso con este entrenador. Por otro lado, está claro que Essien no va a solucionar los problemas del Madrid en la zona media, por lo visto en este partido; que Khedira es de una lentitud desesperante, que Casillas no está en su mejor momento, y que una caricatura de equipo estuvo a punto de llevarse los tres puntos del Bernabéu.
   Sin embargo hay esperanzas de que remonte el vuelo. Pues pienso que este partido lo hubiera sacado adelante el equipo titular bastante antes y con menos apuros. Desde luego con más concentración que lo hizo en Sevilla.
   Se ganó a pesar del entrenador. Espero que no se habitúe a estas extravagancias y resuelva de una vez por todas los problemas a balón parado que tanto nos está costando atajar.  Y que todos (incluido él) se concentren de una vez por todas y se convenzan de que la temporada ha empezado ya. Fuera la pereza. 
  

domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Fatiga física o mental? Sevilla-Real Madrid

   Comenzar el partido con un tanto en contra siempre es un problema, pues la montaña que hay que subir se agranda aún más; sobre todo si por la cabeza pasa un partido de alta tensión en la Liga de Campeones. Pero la clave de este partido está en la diferencia de intensidad que uno y otro equipo decidió poner en el terreno de juego. Los jugadores del Sevilla disputaban cada pelota como si les fuera la vida en ello, los jugadores del Madrid parecían molestos con esa presión constante y al límite que aplicaban los sevillistas. Al margen de algunos aspectos teatreros por parte de Negredo poco edificantes, no se entiende esta actitud de los jugadores del Madrid, puesto que este guion se lo han encontrado y se lo van a encontrar cada vez más en los rivales a los que se enfrenten. Y para salir de esa presión la receta ya se sabe que es la movilidad del balón; es la pelota la que debe correr y no el jugador. Casi prohibido transportar (véase Di María). Se debe correr más sin balón y desmarcarse para dar opciones al jugador que tiene la pelota. Y, por supuesto, tener sobre el terreno jugadores con mucha velocidad mental y agilidad para rodearse y tocar. Los dos medios centro del Madrid son lentos,  especialmente el alemán que carece de recursos con el balón. Todo ello favorece este tipo de presión en los equipos contrarios.
   Con todo, el equipo parecía preparado físicamente: corrió mucho y se fajó, tuvo oportunidades que no se materializaron, y yo diría que no jugó un partido tan malo como se dice. De esta manera creo que no es un problema de preparación física sino mental. La mayoría de los jugadores están fatigados mentalmente. Parecen estar todavía disfrutando del paisaje después de haber conquistado la cima. Pareciera que les está ocurriendo lo mismo que les ocurre con frecuencia a los tenistas que luchan por ganar un set a tope y al siguiente se relajan y lo entregan sin darse cuenta. Le ganaron al Barça una liga de record la pasada temporada, le han ganado la Supercopa en esta y aún no han entrado a competir en esta mentalmente.
   Por ello, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con Mourinho: hay muchos jugadores faltos de concentración (no creo que faltos de compromiso) y la culpa es suya. Lo ha dicho él y creo que es así. Aunque yo lo expresaría de otra manera. Creo que lo que tienen es una enorme fatiga mental, pues la mayoría de los jugadores no han parado de acometer retos: Liga, Copa, Liga de Campeones, Eurocopa, Juegos Olímpicos, Supercopa. Y creo que la culpa es suya, porque él es el responsable de trabajar este aspecto y de mover el banquillo teniendo en cuenta estas situaciones.
   Esperemos que se pongan las pilas y sean capaces de concitar voluntades para sacar adelante el partido de la Liga de Campeones. Este será un partido clave para saber si están en condiciones de meterse ya de lleno en la competición. 
    Toca esperar.
  
  

martes, 4 de septiembre de 2012

Pereza. Comienzo de la temporada.

  Estamos en la tercera jornada de Liga y el equipo no acaba de dar buenas sensaciones. Todo parece indicar que ha regresado de las vacaciones con pereza. 
  La temporada anterior ha sido muy larga para la mayoría de los jugadores (Olimpiadas y Europeo como postre). Y esto quizá esté haciendo que muchos de ellos vean el nuevo curso competitivo como una travesía dura para la que no acaban de estar preparados; más desde el punto de vista psicológico que físico.
  Esto último se demuestra si comparamos lo hecho en la competición liguera y el buen partido en líneas generales hecho en la vuelta de la Supercopa. La diferencia estuvo en la disposición anímica para ambas competiciones. De no haber estado bien físicamente no habrían podido desplegar el juego que hicieron en la primera parte contra el Barça en la vuelta de la Supercopa.
  Si esto es así, ¿tenemos que resignarnos? ¿hay alguna solución?
  Para eso está el entrenador. Mourinho debe convencer a sus jugadores para que se metan en la competición desde el primer momento, tal como se exige a un equipo que aspira a todo a comienzos de temporada. 
  Es verdad que la temporada es muy larga, pero para eso tiene una gran cantidad de jugadores suplentes de primer nivel que deben tener la posibilidad de entrar en las convocatorias y salir a dar todo en las oportunidades que el entrenador le ofrezca. Ellos no tienen que dosificar.
  Los tres partidos de Liga han sido un tostón soporífero. Hacía mucho tiempo que no veía al Madrid en ese juego ramplón y sin chispa, sin ideas... Por eso no es de extrañar que salga un chico (Modric) y brille de la forma que lo hizo contra el Granada, a pesar de que venía de estar entrenando en solitario. De haber tenido a la delantera más en condiciones se hubiera forrado de hacer asistencias.
  En conclusión, el equipo está perezoso y eso, ya lo hemos dicho en numerosas ocasiones, hace que no desarrolle su  juego. Un juego colectivo como es éste requiere de la participación animosa de todos sus componentes, y eso no está sucediendo hasta la presente.
  Ya veremos cuándo deciden que es hora de meterse en faena. Que se espabilen porque los demás no esperan, y en una competición como la Liga estas ausencias al final se pagan muy caro.