miércoles, 9 de marzo de 2016

Agarrados a Navas, de nuevo. R. Madrid 2 - Roma 0

   En un partido en el que el contrario ha tenido más oportunidades claras para marcar que tú; a pesar de haber ganado por dos a cero, no puedes estar satisfecho. Es más, debes estar preocupado. Y es que tienes que pensar que el resultado es ficticio, y que la suerte no puede estar de cara siempre. 
   Algo similar ocurrió al comienzo de temporada. El equipo mantuvo el tipo en las primeras jornadas de Liga gracias a las actuaciones de Keylor. Cuando llegaron los momentos en que la pelota del contrario no rozaban el palo, sino que entraban, o cuando Keylor dejó de hacer milagros, el crédito de Benítez se agotó y el equipo comenzó a remar en contra de corriente en la Liga y perdió la Copa.
   En este partido el sistema defensivo quedó de nuevo en evidencia. Toda la zaga parece naufragar, todo el equipo parece no saber qué ha de hacer cuando tiene que defender. Fallan los centrocampistas que no tapan las subidas de sus pares, y fallan los defensas que miden mal por arriba y por abajo o hacen aguas en el uno contra uno.
   El exponente máximo de la falta de orden y actitud defensiva la encarna perfectamente Marcelo. Desconocemos si tenía órdenes de irse al ataque (aquí sí es extraordinario), pero sus idas sin retorno riguroso, y su repliegue hacia el centro de la defensa, deja una y otra vez a los centrocampistas como verdaderos laterales. Ahí se las tuvo que ver en no pocas ocasiones James, que no está para estos menesteres.
   Pero a esto hay que añadir que estas evidencias de desequilibrio no son divisadas por el cuerpo técnico. El entrenador no fue capaz de localizar la vía de agua que tenía en ese lateral donde Salah se marchaba una y otra vez sin apenas problemas ni oposición. Es preocupante que al final del encuentro declarara que el equipo estuvo bien en defensa.
   La buena noticia es la titularidad de nuevo de Casemiro, porque el Madrid necesita de un medio centro fuerte defensivamente con buena  colocación para interpretar dónde acudir y rodado en partidos. Eso lo representa hoy él mejor que nadie en el equipo. Otra gran noticia es la buenísima actuación de Lucas Silva que en dos minutos revolucionó e inclinó la balanza a favor. Se merece algo más, pero al menos ha conseguido meter la cabeza como primer revulsivo del equipo.
   Se vio mejor a Kroos que ahora debe adaptarse a su posición más natural. Ahora sí es necesario darle algunos partidos más para que pueda brillar. Nada que decir de Modric que volvió a mandar y dirigir las operaciones de forma magistral. Anotamos cierta mejoría en el juego de James, aunque sigue mirando demasiado hacia atrás; ha perdido la claridad y frescura del jugador que conocimos la pasada temporada.
   En definitiva, que el juego desarrollado no da para llegar muy lejos en esta competición, pero se atisban algunos signos para la esperanza. La Liga debería aprovecharse para experimentar esos ajustes en el sistema que permitan convertir los leves signos y una realidad. Veremos.  

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