Partido feo y bronco especialmente en la primera parte. el Atlético planteó el partido en el terreno de la interrupción permanente con faltas que merecieron claramente sanciones más contundentes. Envuelto en este tipo de juego el Real Madrid no pudo desplegar su juego en toda la primera mitad. Reaccionó bien el equipo al contratiempo que supuso colocarse con el resultado en contra.
La jugada del primer gol del Madrid fue decisiva para el desarrollo del partido, pero vino a hacer justicia a lo que cada equipo había hecho sobre el terreno hasta ese momento. No obstante, jugar al límite del reglamento durante noventa minutos es muy difícil, y hoy el Atlético debió haber llegado al descanso con algún jugador de campo en la caseta antes de tiempo.
Así las cosas, resulta difícil plantear el partido como la prueba definitiva a que nos hemos apuntado en la entrada anterior, al hacer el análisis del partido contra el Valencia. El rival tenía entidad y motivación suficiente como para servir de referente en cuanto a lo que este Madrid puede hacer esta temporada. Solventado, pero sin conclusiones en esta línea de análisis.
Sin embargo, hay un par de cosas que me parecen importantes a la hora de hacer un análisis del partido. Por un lado, la capacidad del equipo para encajar los golpes del contrario sin perder los nervios en exceso. Por otro, algunas simulaciones de Di María que a mí particularmente no me gustan nada; sobre todo porque me irritan cuando las veo en jugadores de otros equipos.
Lo mejor es que seguimos teniendo un equipo muy concentrado y con un nivel de presión arriba digno de reseñar. En esta línea justo es reconocer la labor de Di María, porque además está eléctrico y preciso en ataque. Cristiano está mucho menos egoísta que en la temporada pasada (hoy no recuerdo haberle visto hacer bicicletas improductivas). Y el duelo Benzema-Higuaín está resultando muy positivo para el equipo. Todo ello con una defensa en la que sólo Marcelo parece no estar en su mejor momento.
No podemos sacar conclusiones como presumíamos, pero tenemos otro partido solventado con un notable ante un rival que ya no se puede considerar débil. Queda la prueba de fuego contra el rival de los rivales en todos los sentidos y en todas las competiciones.
Que llegue, ya.