Pocos, por no decir nadie, hubieran apostado a que este equipo ganaría nada esta temporada a tan solo un par de meses de finalizarla. La eliminación esperpéntica de la Copa supuso un punto de refuerzo en la idea de estábamos ante una nueva temporada "en blanco".
El vestuario apostó por la salida de Benítez, y a nuestro juicio forzó su salida poniendo poco entusiasmo hasta lograrlo. A partir de ahí, la llegada de Zidane vino a arreglar todos los problemas que hasta ese momento se iban acumulando: pacificó el vestuario, tomó algunas decisiones clave (la alineación de Casemiro), dio una imagen de tranquilidad que suavizó las relaciones con la prensa...
Y aunque tuvo que hacer un pequeño recorrido previo para cargarse de razones a la hora de abordar cambios en el once que luego repitió machaconamente, terminó por encontrar el equipo que a la postre nos trajo la Undécima. Quizá ese breve recorrido nos pudo costar la Liga, pero es claro que era necesario hacerlo; ya que después no sólo se disputó la Liga hasta el último partido, sino que se alcanzó el trofeo más preciado y deseado por todos.
Confiamos en Benítez hasta que pudimos. Cuando se empezó a especular con que le obligaban a poner a determinados jugadores, advertimos que si lo hacía me parecía algo cobarde. El tiempo, la forma en que salió y sus declaraciones posteriores creemos que avalan la teoría de que muy valiente desde luego no fue.
El Club aún nos debe una explicación de lo sucedido en la Copa, pero nos tememos que la consecución de la Liga de Campeones lo tapa todo. No es una buena noticia que un asunto así se zanje sin ninguna explicación o medida que evite su repetición. Sobre todo porque hace un daño importante para la imagen de la entidad. Muy mal síntoma es este.
Escuchamos a mitad de temporada a medios y aficionados la necesidad de renovar esta plantilla en la que apenas salvaban a tres o cuatro jugadores. Y aunque sería un despropósito hacer algo así, es verdad que deben hacer ajustes que no acaban de realizar. De nuevo se habla de fichajes (véase Pogba, De Gea) que no interesan porque ocupan posiciones bien cubiertas hoy en el equipo. En nuestra modesta opinión, para que el equipo como tal mejore es preciso reforzar demarcaciones que hoy por hoy están deficientemente cubiertas. Se precisa un lateral izquierdo que fuerce a Marcelo a trabajar más y mejor, y que pueda dar otras alternativas. Se precisa un delantero hábil y desequilibrante en el uno contra uno, para que pueda también ofrecer alternativas al juego que ofrece la denominada BBC. Eso sin tocar la BBC que buena falta haría, pues como hemos dicho muchas veces los tres son jugadores para un tipo de juego que les requiera poco sacrificio; y un equipo moderno no puede permitirse tres jugadores que no asuman roles defensivos comprometidos.
En fin, la política de fichajes debe marcarla el Club, pero ya son muchas las temporadas en que lo que se refuerza no es lo que el club precisa. Veremos lo que traen y después cómo funcionan. Llegados ahí, comentaremos lo que haga el entrenador con ello, que es lo que venimos haciendo en este blog desde el principio. Veremos.