Con una alineación de inicio un poco desconcertante el Madrid no tuvo más que unos minutos de juego al comienzo de la primera parte. Lo demás fue desesperante en lo colectivo y en lo individual.
Con estos mimbres el equipo ha perdido el norte. No controla los partidos ni en ataque ni en defensa. Los dos centrales están absolutamente descentrados. La única explicación es la distracción constante en que ambos caen, especialmente Pepe. Todo coincidente con la portavocía postpartido incitados por su entrenador, que se queja de que nadie defiende al equipo excepto él.
Sigue el Madrid fichando con poca cabeza jugadores. El caso de Modric es otro más que ya lleva cuatro meses y aún no ha encontrado su sitio, continuidad ni fuelle suficiente para aguantar un encuentro completo. ¿Nadie vio la falta de fondo físico de este chico?
El primer gol explica todo lo que he dicho hasta ahora; pelota que pierde inexplicablemente Modric en el centro del campo, y despiste monumental de ambos centrales que tienen completamente solo, cediéndole toda la franja central, al único delantero (Sergio García) que colocaba el Español en ataque.
El cambio de Di María por Modric le dio al equipo otro aire al comienzo de la segunda parte. Mereció más el equipo, sin duda, pero cuando no tienes suerte o te falta pólvora (otra oportunidad negada a Morata caprichosamente), al menos debes tener oficio y personalidad para mantener un marcador que se había puesto de cara. Nada, de nuevo el balón parado trajo la desesperanza, de nuevo uno de los centrales hace un despeje infantil, de nuevo un partido que no se saca adelante, de nuevo una oportunidad para Barcelona o Atlético de distanciarse aún más.
Teniendo en cuenta el resultado del miércoles que no hemos comentado, la falta de juego exhibida en Copa y la de hoy, los poco buenos partidos precedentes, los líos del entrenador con la prensa (el último, el del periodista de Marca, inaceptable), los rumores sobre la no continuidad en el próximo curso del entrenador, la segunda posición en el grupo de la Liga de Campeones que obligará (si la suerte no lo remedia) a un enfrentamiento fuerte en próxima ronda, y finalmente la defensa que ha tenido que hacer Florentino del entrenador. Cualquier "doctor" futbolístico diagnosticaría una crisis importante.
Las crisis en los equipos de fútbol ya se sabe cómo se solucionan: echando al entrenador. Sobre todo cuando se analizan los puntos anteriores y te das cuenta de que en la mayoría el responsable directa o indirectamente es él. Bueno, en el Madrid o en el Barça esta solución solo se adopta cuando el rival se despega, y aquí sí que podemos estar seguros de que la distancia seguirá aumentando.
Solo queda un partido antes del parón navideño y es fuera de casa, pero ya veremos qué ocurre en la copa esta semana. Una eliminación dejaría la situación muy delicada, porque esta se produciría en casa. No adelantemos acontecimientos.
Ya veremos.